El Aula Rovirosa-Malagón apuesta por crear espacios académicos y pastorales que contribuyan a humanizar el trabajo

La inauguración del “Aula Rovirosa-Malagón”, que concitó un gran interés, ha servido para reforzar la apuesta sinodal emprendida por la Iglesia en el siglo XXI y estimular la actualización de su modo de estar en el mundo.

La primera sesión, dedicada al camino sinodal como actualización del Concilio Vaticano II, en sus 60º aniversario, contó con un notable seguimiento, tanto presencial como digitalmente.

Ante la atenta escucha del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, quien dirigió unas amables y alentadoras palabras al público asistente, la presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Maru Megina, abrió su intervención resumiendo la gestación de la colaboración entre la Fundación Guillermo Rovirosa-Tomás Malagón y el Instituto Superior de Pastoral de la UPSA, así como los objetivos que se ha marcado el aula.

Además, destacó la visión de la HOAC sobre la necesidad de “crear espacios académicos y pastorales, divulgativos y de formación que, junto a otras actividades de nuestro plan de actuación nos permita llegar más lejos, y hacerlo también en ámbitos eclesiales en los que profundizar en la evangelización del mundo obrero y del trabajo para que estos sean, cada vez más, un lugar de humanización, de fraternidad y de justicia”.

Pensar creativamente el trabajo y el bien común

Tanto para la HOAC como para la Fundación Rovirosa-Malagón, señaló Megina, la colaboración con esta universidad es “también ocasión para repensar creativamente la centralidad del trabajo en la construcción del bien común y para dar a conocer y compartir el esfuerzo pastoral y el testimonio que desde la Iglesia se está haciendo con iniciativas como la Iglesia por el Trabajo Decente (ITD)”. La presidente de la HOAC aprovechó la ocasión para recordar, a los dos años de su muerte, al que fuera tanto tiempo obispo responsable de la Pastoral Obrera de la Iglesia española Antonio Algora.

Megina abrió el debate sobre el tema de la sesión inaugural recordando que “el Sínodo se ha puesto al servicio del Concilio y está contribuyendo a renovar el rostro de la Iglesia, en una fidelidad cada vez más profunda a la Sagrada Escritura y a la Tradición viva y en una escucha atenta de los signos de los tiempos”.

Concluyó, haciendo votos para que “el aula cumpla todas las expectativas que hemos puesto en ella, que sigamos difundiéndola para que llegue a cuantos y cuantas pueda interesar y, como decía nuestro primer militante, “nos embarque en esa aventura de ser cristianos, es decir Cristos vivos”.

Tras ser presentado por Ignacio Mª Fernández, profesor del Instituto Superior Pastoral, el teólogo moralista Marciano Vidal repasó brevemente la determinación de Juan XXIII de convocar el Concilio y algunas de sus interioridades más polémicas, especialmente en la etapa conducida por Pablo VI, para concluir que fue “un acontecimiento” que “difícilmente se repetirá”.

Eso sí, finalmente, el Concilio “se fue haciendo a sí mismo”, señaló, no sin comentar que su desarrollo fue lento hasta lograr su “imparable empoderamiento”. Según su punto de vista, “la Curia romana siempre estuvo en contra del Concilio Vaticano II. Esperaban que pasara y el poder volviera a ellos, pero, gracias a Dios, no fue así y hubo un cambio en la Iglesia”.

Aunque de un modo somero, repasó algunas de las novedades, “algunos quiebros”, en la postura tradicional de la Iglesia que trajo el Vaticano II, comenzando por establecer, en Lumen gentium, una nueva relación con el mundo secular, que dejó de entenderse como una realidad merecedora de distancia, cuando no de censura general. También destacó la aportación que supuso la eclesiología del Pueblo de Dios.

Pero también citó la doctrina de la guerra, que dada la capacidad de las armas nucleares, reclamaba una mentalidad totalmente nueva, en Gaudium et spes; la aceptación de la libertad religiosa en coherencia con el valor de la persona, contenida en Dignitatis humanae; la doble fuente de la revelación, en la Dei Verbum; o ciertas orientaciones de Sacrosanctum Concilium, sobre el rito penitencial o el diaconado permanente.

El Sínodo también debe hacerse a sí mismo

Finalmente, Vidal explicó que al igual que el Concilio tuvo que empoderarse a sí mismo, el proceso de escucha, diálogo y discernimiento que supone el Sínodo abierto en la actualidad por el papa Francisco, prorrogado estos mismos días, debe hacer lo propio para ofrecer frutos perdurables. “El Concilio Vaticano II renace en el camino sinodal. Pero este debe empoderarse o no habrá camino sinodal, pues el Concilio lo fue porque se empoderó”, señaló como idea principal de su intervención.

Posteriormente tomó la palabra el teólogo e historiador Juan Mari Laboa, que asistió como alumno de la Universidad Gregoriana a los primeros paso del Concilio Vaticano II. No pudo menos que lamentar el escaso peso que tuvo el episcopado español en su desarrollo y posterior acogida, si bien enmarcó el poco entusiasmo dentro de la situación política de la España de entonces.

Es más, se detuvo en diferenciar la actitud de la jerarquía con la de parte de la comunidad cristiana más próxima a las vivencias de la ciudadanía: “No se puede hablar de la recepción del Concilio sin el enfrentamiento de los movimientos obreros con Franco”.

Con todo, destacó especialmente el papel del laicado organizado y algunos presbíteros, cuya impronta se dejó y se deja notar en la actualidad: “El empaque que tiene ese cristianismo que en lo político y en lo social se adelanta y colabora es gracias al Vaticano II”.

Saber leer el signo de los tiempos

Mirando hacia adelante, Laboa afirmó que “el futuro es el pasado de Juan XXIII: los signos de los tiempos. La Iglesia tiene que ser capaz, desde la espiritualidad, de discernir hoy y de responder a los signos de los tiempos”.

Por su parte, la historiadora y militante de la HOAC, Basilisa López García, se detuvo, lógicamente, en los movimientos obreros de Acción Católica, para cuyos militantes, subrayó, el Concilio fue un “bálsamo” y “una gran esperanza”. Tanto fue así, que, en su visión, la Pastoral Obrera no solo acogió las conclusiones y el impulso conciliar, “sino que lo ha desarrollado”. (((Habrá ampliación)))

El teólogo, especialista en educación, José Luis Corzo, identificó algunas de las insuficiencias del Concilio, que “apenas habló de las mujeres, tampoco de los trabajadores, pero habló mucho menos de los pobres”. Esto último está siendo atendido por el actual pontificado, “es mi esperanza para el futuro”, reconoció, y añadió que “ahora no dejamos de escuchar hablar de los pobres. Desde que nos pidió que le bendijéramos nosotros al salir al balcón de San Pedro y desde que fue a Lampedusa todo ha cambiado mucho”.

Hacer sonar el Evangelio en la cultura

También lanzó un ruego, para ser fieles al espíritu conciliar y favorecer la misión de la Iglesia en la actualidad: “dejen de hablar de la secularización como un mal. El Concilio empezó por el deseo de Juan XXIII de darse un abrazo con el mundo”.

Corzo también advirtió que “el Evangelio ha dejado de sonar en España en la calle y en las escuelas, porque los obispos se han empeñado en educar solo a los hijos de los católicos” y propuso, fundamentalmente a los laicos, “hacer sonar de nuevo el Evangelio en la cultura española”.

Acuerdo de colaboración entre la Fundación Rovirosa-Malagón y el Instituto Superior de Pastoral

La Fundación Guillermo Rovirosa-Tomás Malagón ha suscrito un convenio de colaboración con el Instituto Superior de Pastoral de la UPSA para fomentar la formación e investigación teológica en cuestiones sociales.

Fruto de esta colaboración se ha creado el “Aula Rovirosa-Malagón” para fomentar el debate y la difusión de la Teología del Trabajo y la Doctrina Social de la Iglesia, a través de conferencias y mesas redondas.

El “Aula Rovirosa-Malagón” programará actividades con un perfil más académico, dirigidas fundamentalmente al alumnado del Instituto Superior de Pastoral (ISP), pero también otras más abiertas orientadas preferentemente a agentes de pastoral.

De hecho, la sesión inaugural de aula recién creada se celebrará el próximo 15 de octubre de 2022, con ocasión del aniversario del ISP, en torno al 60 aniversario del Concilio Vaticano II. Las otras jornadas abiertas estarán dedicadas a El acompañamiento del compromiso social, político y sindical de los cristianos desde la Iglesia (14 de enero de 2023), “Pastoral del Trabajo y parroquia, una sinergia necesaria (22 de abril de 2023).

Además, la Fundación Rovirosa-Malagón, impulsada por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), destinará 6.000 euros durante dos años para becar el trabajo de elaboración de tesinas de licenciatura, tesis doctorales, y Trabajos Fin de Master sobre las áreas preferentes de estudio. La selección de los proyectos será decidida conjuntamente entre el Instituto de Pastoral y la Fundación, que se reserva la posibilidad de publicar el resultado final en Ediciones HOAC.

La cooperación entre ambas instituciones persigue alentar la reflexión y difusión, especialmente entre agentes de pastoral, de la teología del trabajo, la política, la economía así como la doctrina social de la Iglesia ,y la obra y pensamiento de Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón, por lo que se abrirá también a otro tipo de actividades aún por determinar.

La sinodalidad, primera sesión del Aula Rovirosa-Malagón

El 15 de octubre de 2022, a las 10:00 horas, en la sede del Instituto Superior de Pastoral, situado en el Paseo Juan XXIII 3, de Madrid se inaugurará el “Aula Rovirosa-Malagón”, con una jornada dedicada a Acoger la sinodalidad, a los LX años del inicio del Vaticano II.

En ella intervendrán el cardenal Carlos Osoro; la presidenta de la HOAC, Mª Dolores Megina; el director del ISP, Lorenzo de Santos, y el profesor Ignacio Mª Fernández de Torres. La ponencia principal será impartida por el moralista Marciano Vidal. Posteriormente habrá una mesa redonda en la que participarán el historiador Juan María Laboa y la historiadora y militante de la HOAC, Basilisa López García, junto con el teólogo José Luis Corzo. Será moderada por el también teólogo Antonio Ávila.

La asistencia es presencial y online, con inscripción previa en secretaria.pastoral@upsa.es

Guillermo Rovirosa, apóstol de los trabajadores

Aurelio Peña Fernández | HOAC de Burgos

La sociedad entera se estremece ante la situación actual y el próximo futuro en relación con el trabajo. También la Iglesia. El papa Francisco, siguiendo la estela de sus predecesores, insiste en ello: «Hoy el trabajo está en riesgo. En un mundo donde el trabajo no se considera con la dignidad que tiene y que da (…). El mundo del trabajo es una prioridad humana y, por tanto, es una prioridad cristiana. Donde hay un trabajador, ahí está el interés y la mirada de amor del Señor y de la Iglesia» (Papa Francisco, en Génova, 27 de mayo de 2017).

Ante esta realidad quiero presentar a Guillermo Rovirosa (1897-1964). Nacido en una familia cristiana, en su juventud se aleja de la Iglesia. A los 36 años, después de diversas búsquedas, vuelve a la fe cristiana. Es un converso que recorre un sugerente proceso personal.

El primer y principal paso fue su encuentro con Jesucristo. Él mismo lo cuenta así: «El empujón decisivo que me hizo caer de rodillas me lo dio san Agustín al hacerme entrever la humildad de corazón de Jesús. Aquello fue decisivo. Aquella maravilla no habría podido salir nunca de ningún hombre, por extraordinario que fuese. ¡Jesús era Dios! ¡Jesús ES Dios! Fue un deslumbramiento que trastornó toda mi vida… Todo tomaba un sentido maravilloso y nuevo, tanto las cosas grandes como las pequeñas» (Guillermo Rovirosa, El primer traidor cristiano: Judas de Keriot, el Apóstol, Obras Completas, Tomo I, pág. 524).

Pero hay otro paso importante en su proceso de conversión a la fe cristiana. También lo cuenta el mismo Rovirosa. El año 1939, nada más terminar la guerra civil, a causa de una denuncia contra él, fue encarcelado. Este hecho de pasar casi un año en prisión marcó una orientación en su vida: mirar con especial misericordia a los que sufren y a los trabajadores con quienes convivió.

En la cárcel vio y sintió el latir del corazón de aquellos militantes obreros, honrados a carta cabal. Aquella experiencia le ayudó a unir su amor a Jesucristo y su amor a los trabajadores. Años después Guillermo Rovirosa escribió estas palabras: «La prisión fue para mí la escuela que me faltaba, y doy por ello siempre gracias a Dios».

La vida de Guillermo Rovirosa fue en adelante una «ofrenda» al Señor en el servicio al apostolado obrero. Primero como vocal social del Consejo de Acción Católica de Madrid y después como promotor de la HOAC, movimiento especializado para la evangelización del mundo obrero y del trabajo. Los últimos dieciocho años de su vida, dejando incluso su trabajo asalariado, los dedicó exclusivamente a los trabajadores, a su promoción y evangelización. Hasta su muerte acaecida el 27 de febrero de 1964.

El proceso de canonización de Guillermo Rovirosa, después de superar la fase diocesana, está ya en Roma. La Iglesia quiere discernir sobre su vida cristiana, pues vislumbra en su testimonio un referente para vivir y anunciar hoy el Evangelio en el mundo del trabajo.

Al celebrar este aniversario de su muerte, recordamos una de sus intuiciones evangelizadoras: no es posible ser apóstol de los trabajadores y trabajadoras si no se toman en serio sus sufrimientos y aspiraciones.

Reunión de los responsables diocesanos de la Causa de canonización de Rovirosa

Los responsables de animación de la Causa de canonización de Guillermo Rovirosa, primer militante e impulsor de la HOAC, se reunió el pasado 16 de noviembre para evaluar el estado actual del proceso canónico para ser declarado como Venerable, así como para definir las insistencias para este curso  en la tarea de divulgación de la figura de este referente cristiano del mundo del trabajo.

Situación de la Causa

En una semanas, se espera que se firme el decreto de validez jurídica de la instrucción diocesana super virtutibus (sobre las virtudes heroicas) del Siervo de Dios Guillermo Rovirosa. Esa es la segunda fase de las cuatro que componen el proceso para la declaración de santidad: Siervo de Dios, Venerable, Beato y Santo. De este modo, la Congregación para las Causas de los Santos, podrá empezar a examinar la documentación sobre el caso.

Líneas de actuación

En este encuentro, estuvieron presenta 14 militantes de 13 diócesis más dos representantes de la Comisión Permanente de la HOAC, que pudieron valorar las actividades llevadas a casa el curso pasado, así como proponer nuevas líneas de actuación para dar a conocer fuera y dentro de la Iglesia, especialmente en los sectores populares, la figura de este «santo moderno».

Este año se editará el Cuaderno Rovirosa número 13 sobre «La santidad en Rovirosa», así como la Hoja informativa número 9, con la intención de dar a conocer a más personas y de manera más profunda el pensamiento y obra de Guillermo Rovirosa.

También se plantea la posibilidad de comenzar a difundir alguna de las muchas oraciones que dejó escrita este apóstol obrero en su singular trayectoria y cuya vigencia se mantienen todavía hoy.

Reunión de responsables diocesanos de la causa de beatificación de Guillermo Rovirosa

Los responsables de animación de la Causa de canonización de Guillermo Rovirosa, primer militante e impulsor de la HOAC, se han reunido en Madrid junto a la Comisión Permanente de la HOAC, para tratar de dinamizar el proceso, que se encuentra ya en manos de las autoridades vaticanas, y seguir difundiendo el pensamiento y obra de este laico, referente cristiano en el mundo del trabajo por su entrega al apostolado obrero.

Al encuentro han asistido 15 personas encargadas de dar a conocer la figura y obra de Rovirosa en las diócesis, y de recabar apoyos y preparar los materiales divulgativos necesarios a tales efectos.

En estos momentos la causa se halla en la Congregación para la Causa de los Santos en el Vaticano, en la fase de elaboración de la documentación que permita el reconocimiento de la heroicidad con que Guillermo Rovirosa vivió las virtudes cristianas, para poder ser declarado Venerable.

Como cada año, el 27 de febrero, fecha de la muerte de Guillermo Rovirosa, de la que este año se cumple el quincuagésimo quinto aniversario, se tendrán actos conmemorativos ante su tumba en el cementerio de la Almudena, y en distintas diócesis: vigilias, eucaristías y actos públicos.

Próximamente se editará el Cuaderno nº 12, de la colección de Ediciones HOAC, una serie de publicaciones que se editan para dar a conocer su vida y pensamiento, y la Hoja informativa de la Causa de Canonización, la nº 18. También está previsto renovar el material de difusión para dar a conocer la figura de Guillermo Rovirosa.

Como decía el obispo don Victorio Oliver en la presentación de sus obras completas… «En realidad, estamos presentando a un hombre, a un ingeniero electricista, a un creyente».

Revitalizar, potenciar y fortalecer la formación de militantes obreros cristianos

Conforme se establece en el Plan de actuación de este año y en cumplimiento del objetivo de potenciar la formación de militantes obreros cristianos, la Fundación ha contribuido a financiar parcialmente la convocatoria de la Reunión General de Formación de la HOAC, realizada los días 20 y 21 de enero, en Ávila. Una convocatoria con un triple objetivo: Revitalizar, potenciar y fortalecer la formación en la perspectiva de la XIII Asamblea General.

En esta reunión se ha profundizado en la formación de militantes obreros cristianos en las distintas diócesis, con «las aportaciones que analizaban la situación de la vivencia de la formación y se exponían cómo se iban haciendo experiencias de acompañamiento de procesos de formación de personas de nuestros ambientes sociales y eclesiales, han sido el punto de partida de la valoración que ha efectuado la Comisión Permanente de la HOAC y la base de la ponencia compartida» según indica Berchmans Garrido, responsable de Formación de la HOAC.

Del diálogo mantenido se desprenden una serie de tareas para que puedan «propiciar, durante toda la vida y situación vital, que la formación sea un diálogo entre la fe y la vida que nos lleve al encuentro con el amor de Dios encarnado en las realidades de pobreza y precariedad del mundo obrero y del trabajo. Favorecer la experiencia personal y comunitaria que significa la formación en la vida del equipo, como manera de combatir una cultura individualista que nos aparta del proyecto de humanización que supone el seguimiento de Jesucristo. Cuidar, comunitariamente, de la construcción cotidiana de una vida puesta al servicio del mundo obrero y del trabajo más pobre y precario que supone nuestra formación. Avanzar en experiencias de comunión, ofreciendo con gratuidad, procesos de formación a las personas con las que convivimos en nuestros ambientes sociales y eclesiales», en opinión del responsable de Formación de la HOAC.

Se abre ahora un proceso que, en opinión de Garrido, «debe trasladarse a las diócesis, y profundizar en ello para concretarlo en su realidad diocesana y en la vida de los equipos» y así desarrollar el triple objetivo de la reunión.

Aprobado el plan de actuación para 2018

El patronato de la Fundación Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón ha aprobado el plan de actuación para 2018 que contempla seguir difundiendo el pensamiento y obra de Guillermo Rovirosa y de Tomás Malagón; fomentar el pensamiento obrero y cristiano; y apoyar acciones formativas encaminadas a extender el pensamiento social de la Iglesia. Además, se procederá a la gestión comunicativa de la página web de la fundación, con el fin de mejorar los procesos de difusión de las tareas que viene realizando.

La fundación tiene por finalidad, según recogen sus estatutos, “la promoción del mundo obrero inspirada en los principios cristianos que caracterizan el apostolado obrero desarrollado por la HOAC; dar a conocer la personalidad de Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón, sus experiencias y vivencias, sus pensamientos y enseñanzas y cooperar en cuantas acciones sirvan para resaltar sus méritos”.

Ediciones HOAC, con una larga trayectoria en la publicación del pensamiento obrero y cristiano, viene recibiendo desde hace tiempo el apoyo de la fundación para, entre otras cosas, potenciar la publicación de dos libros anuales. En 2018 está prevista la edición de un primer libro que se basará en el texto de Guillermo Rovirosa De quién es la empresa, con una lectura actualizada desde diferentes perspectivas. Un otro libro, abordará la importancia del trabajo decente en el pontificado de Francisco.

Atendiendo a la petición de la HOAC, la fundación también apoyará la convocatoria de los próximos cursos de verano; dos encuentros de editores pedagógicos de los materiales formativos que utilizan los miembros de este movimiento especializado de Acción Católica y pone a disposición de aquellas personas, comunidades y grupos interesados en ellos; además de otro de ponentes especializados en Eclesiología, Cristología y Biblia, y una reunión general de formadores organizada por la HOAC.

¡Ahora más que nunca!

En 1946 los obispos españoles acordaron la creación de un movimiento especializado para los obreros adultos dentro de la Acción Católica. Desde el Consejo Nacional de Hombres de Acción Católica se propuso a Guillermo Rovirosa, que venía trabajando en la Acción Católica de Madrid desde hacía unos años, la tarea de organizar y promover la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Guillermo aceptó y del 26 de octubre al 3 de noviembre de 1946 se celebró la I Semana Nacional de la HOAC, que fue el comienzo de su andadura como movimiento apostólico obrero. Se cumplen, pues, ahora, los 70 años de vida de nuestro movimiento.

Siete décadas, 70 años de vida eclesial encarnada en el mundo obrero y del trabajo. Porque si algo ha querido ser la HOAC es vida cristiana eclesial en medio de la realidad sufriente del mundo obrero y del trabajo. Con el empeño de reconocer y vivir a Cristo Jesús, «el Divino Obrero de Nazaret», acompañando la vida cotidiana de nuestras hermanas y hermanos trabajadores, para colaborar desde su Evangelio a que sea respetada la sagrada dignidad de cada persona. Como escribió Rovirosa, «la lucha de la HOAC se encamina, en primer lugar, a que todo obrero recobre la conciencia de su dignidad de hombre y de obrero a la luz de Cristo».

De esa experiencia de 70 años, con todos sus aciertos y sus errores, queremos ante todo dar gracias a Dios por el testimonio entregado de tantos hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras, seguidores de Jesucristo; por su permanente empeño de fidelidad a Él y a su Iglesia al servicio del mundo obrero y del trabajo; por la profunda experiencia comunitaria de fe cristiana convertida en amor y lucha por la justicia. Gratitud por la afirmación constante de la dignidad de las personas trabajadoras y del trabajo a la luz del Evangelio, causa esencial de la Iglesia en la que tanto insiste hoy el papa Francisco, y de la que dijo san Juan Pablo II que es para la Iglesia «su misión, su servicio, verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser verdaderamente la Iglesia de los pobres», que son frecuentemente resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano (LE 8). Empeño sustentado en una convicción: el Evangelio de Jesús responde a las necesidades más profundas del ser humano, en lo personal y en lo social, pues estamos vocacionados al amor fraterno (EG 265).

Nuestra gratitud quiere mirar al presente y al futuro y transformarse en respuesta decidida y reafirmada de continuidad con ese servicio y esa vida encarnada. «Ahora más que nunca» es el lema que Rovirosa adoptó en unos momentos difíciles y de profunda experiencia de la propia debilidad, poniendo toda su confianza en Dios. Hoy el mundo obrero y del trabajo sufre una situación difícil, con tantas personas y familias privadas de trabajo digno, despojadas de sus derechos más básicos y que no pueden vivir y ser con la debida dignidad. La idolatría del dinero devora personas y demuele la dignidad del trabajo. Hoy más que nunca es fundamental el empeño por afirmar la dignidad del trabajo y luchar por el trabajo digno. Ahora más que nunca el mundo obrero y del trabajo, y por extensión el conjunto de nuestra sociedad, necesitan de la pastoral obrera de toda la Iglesia, a cuyo servicio quiere seguir entregándose la HOAC desde su identidad de Acción Católica. ¡Qué el Señor, con su amor entrañable y misericordioso, nos siga sosteniendo en ese empeño!

Editorial publicada en la revista Noticias Obreras.